En los últimos años las remesas enviadas por trabajadores mexicanos en Estados Unidos a sus familiares en México pasaron de 6.5 mil millones de dólares en 2000 a 23 mil millones de dólares en 2006. Sobre este incremento se han planteado diversas hipótesis. Por un lado, el Banco de México señala que junto al cambio de metodología, el mismo incremento de la migración es el factor más importante que genera más flujos de remesas. Por otro lado, hay quienes señalan que habría serios problemas y sesgos en la contabilidad actual de las remesas, en la cual se incluirían otros flujos monetarios, desde pequeños envíos que harían micros y medianos empresarios mexicanos hasta incluso y, posiblemente, recursos provenientes de actividades ilícitas como el narcotráfico. Lo que interesa discutir en este artículo es si las estimaciones del Banco de México tienen bases reales en la dinámica migratoria y el comportamiento remesador de los mexicanos, o si, por el contrario, se trata de problemas metodológicos asociados a los mecanismos de medición, los cuales deben ser necesariamente revisados y actualizados para evitar sesgos de una posible sobrestimación. Así mismo, se analiza si hay alguna evidencia empírica que pudiera sustentar alguna de estas hipótesis alternativas.AbstractIn recent years remittances in Mexico have passed from 6.5 billion dollars in 2000 to 23 billions in 2006, but there are several hypotheses about this growth. On one hand, the Bank of Mexico stresses that, although there was a methodological change in estimating remittances, the main reason is a real growth. On the other hand, it is pointed out that there are serious problems and biases in the current estimation of remittances, as it could incorporate other monetary fluxes like remittances from small and medium size enterprises or, even, resources originated by the drug smuggling. Over this controversy, in this article we analyze whereas the Bank of Mexico’s estimation has a real base in the migration of Mexicans and their pattern regarding remittances, or if there is a methodological problem in the measurement of remittances that would be revised in order to avoid a possible overestimation. We although analyze if there is any empirical evidence that could sustain one of these alternative hypothesis.
You may also start an advanced similarity search for this article.