Although seasonal foreign worker admissions to Switzerland and France declined precipitously after 1986, a new generation of post-Cold War temporary foreign worker policies has emerged in the European Union. The new policies are quite modest. Germany admits several hundred thousand seasonal workers each year. Spain admits 20,000 to 30,000 workers, although most of them actually reside illegally in the country. Preliminary assessment of Spain’s contingents of supposedly recruited foreign workers suggests that the new generation of temporary foreign worker policies went awry, as the postwar generation had by 1973. Other working hypotheses derived from the “wisdom” of the postwar generation include the expectation that the new policies will result in significant, unexpected settlement, will undermine declared policies of controlling migration, and exacerbate bilateral relations between host and sending societies.RESUMENA pesar de que la admisión temporal de trabajadores en Suiza y Francia decayó precipitadamente después de1986, una nueva generación de políticas para los trabajadores temporales extranjeros de la posguerra fría ha surgido en la Unión Europea. Estas nuevas políticas son modestas. Alemania admite a cientos de miles de trabajadores temporales al año. España admite de 20 mil a 30 mil trabajadores temporales por año, aunque la mayor parte de ellos residen ilegalmente en el país. Los primeros análisis sobre los supuestos trabajadores inmigrantes contratados sugieren que la nueva generación de políticas de trabajadores extranjeros temporales se desviaron como lo hicieron las de la generación de la posguerra hacia 1973. Otras hipótesis de trabajo derivadas de la “sabiduría” de la generación de la posguerra incluyen la expectativa de que las nuevas políticas darán como resultado un significativo e inesperado establecimiento de trabajadores, la socavación de las políticas de control de la migración y la exacerbación de las relaciones bilaterales entre las sociedades receptoras y expulsoras.